viernes, 13 de enero de 2012

Curtiss FALCON

FAN 3, participante en el ataque a la Escuadra en Coquimbo, 1931


Curtiss O-1E FALCON en Chile

por Sergio H. Pulgar N.

En su infatigable labor de crear una Fuerza Aérea chilena independiente, el Comandante Merino Benítez obtuvo los fondos para la adquisición de 30 aeronaves de la versión de ataque del modelo de reconocimiento Curtiss O-1E, de las cuales sólo 10 serían de fabricación estadounidense, en tanto que las restantes y conforme a la visionaria acción de Merino fueron construidas en las instalaciones que había logrado establecer para la Curtiss en el histórico Aeródromo de Los Cerrillos, desde donde el 1 de Enero de 1931 salió a la línea de vuelo el FACH 20, potenciado por el motor V12 de Curtiss; el primero en ser completamente armado en Chile.

El primer FALCON volado en Chile fue el que traía para promocionar su venta en sudamérica, el luego afamado James Doolittle. Después de presentarlo en Santiago, se traslada a Quintero, con el objeto de hacer demostraciones de su operación con flotadores; en un acuatizaje, el avión resulta semidestruido. En su reemplazo es enviado un segundo avión, esta vez pintado de verde y alas amarillas, el cual habría de convertirse en el favorito del Comodoro Merino, en sus visitas de inspección y coordinación de las unidades, en vistas de sus dos grandes proyectos, la Unificación de los Servicios Aéreos y el establecimiento de una Línea Aérea de transporte nacional.


Participantes de la memorable parada militar de Septiembre de 1929, 15 Curtiss Falcon abrieron el desfile aéreo, constituyendo el broche de oro de la demostración pragmática y concreta de que la Fuerza Aérea debía ser independiente y no un mero Servicio; toda vez que comparativamente, en ese momento fue consignado como «la Fuerza Aérea más poderosa del mundo» con un despliegue de aeronaves especializadas y adecuadamente asignadas a sus misiones.

La primera destinación oficial fue el Grupo Mixto N° 1 de Iquique; y a la fecha de creación de la Fuerza Aérea Nacional, el 21 de Marzo de 1930, operaban 14 Curtiss Falcon.

La segunda destinación de los Falcon fue en Diciembre de 1930, a la Escuadrilla de Anfibios N° 2, los N° 16 y 17 dotados de flotadores a la base de Magallanes; siendo el 17 el primero en volar en los cielos sur australes, al mando del Teniente Santiago Leitao, el 27 de Enero de 1931. El 20 de Marzo del mismo año el 17 fue destruido por un temporal. Posteriormente el 27 de Junio del mismo año, el FAN 16 se pierde en un dramático accidente, también al mando del, a la fecha, Capitán Leitao llevando como Tripulante al mecánico Evaristo Poblete, cuando amarizaban en Puerto Bories bajo condiciones mínimas de visibilidad, chocando con un tronco semisumergido el cual destrozó el flotador principal produciendo el rápido hundimiento del avión en las gélidas aguas australes, llevándose a su tripulación, quienes lograron soltar las amarras y siendo rescatados por un bote de un barco que se encontraba en la zona y que presenció el incidente. Sin aeronaves, la Escuadrilla empeñó sus esfuerzos en la construcción del aeródromo de Cabo Negro, hasta la llegada del Falcon 27 que fue asignado para continuar las operaciones aéreas.

El 1 de Enero de 1931 hace su presentación el primer Falcon construido en Chile siendo matriculado con el número 20.

Perfiles del O-1E, en esquema usado por el Comodoro Merino, editados en el Volumen I de "CÓNDORES DE 80 AÑOS", Ediciones MULTIMODEL, 2011

Destruido en un incidente mientras despegaba de San Pedro de Atacama, el FALCON de Merino, es reemplazado por un segundo, esta vez pintado de verde y en el que continúa sus constantes viajes, esta vez inspeccionando la recién creada Fuerza Aérea Nacional y la nueva Ruta a Aysén, que habría de convertirse en la Línea Experimental a Magallanes.

Así el 21 de Enero de 1931 despega a La Chamiza en Puerto Montt, Base de la Escuadrilla de Anfibios N° 1, para continuar hacia la zona de Aysén e inspeccionar el avance de las construcciones en las entonces denominadas Postas de Palena y Puerto Lagunas. En La Chamiza trasbordó al anfibio Loening C-4C que Curtiss había traído a Chile para su evaluación y eventual venta. Dadas las extremas condiciones meteorológicas, debieron variar la ruta de regreso, capeando el temporal en una ensenada del canal Yacaf, al día siguiente Merino se dirigió a Palena a recargar, pero el combustible había desaparecido...; intentaron llegar a Chaná, pero se agotó el combustible de los estanques y gracias a la pericia del piloto Teniente Felipe Latorre, amarizaron en Bahía Corcovado. La tardanza y la falta de medios eficientes de comunicación motivaron la alarma en Santiago, por lo que se odenó el despegue en misión de Búsqueda a dos Falcon de la Escuela de Aviación, junto a un Dornier Wal de Quintero y buques de la Armada, así el 3 de Febrero fueron ubicados por el escampavía «Sobenes», el cual trasladó el combustible desde Chaná para la recarga de la aeronave de Merino y sus hombres.
De regreso a La Chamiza abordó su Falcon para regresar a Santiago con escala en Maquehue; en esta hermosa Base a orillas del Cautín, el Comandante Merino protagonizó un incidente que de acuerdo a su propia decisión, determinó el fin de su carrera como Piloto; cuando mientras despegaba un viento cruzado lo sacó de la pista, rompiéndose el tren de aterrizaje, sin mucho pensar, abordó el segundo Falcon de la agrupación y sin que haya sido retirado el avión accidentado, chocó con éste, destruyéndolo; acto seguido intentó abordar al tercer avión, pero el sabio consejo de su Ayudante le hizo tomar la drástica determinación.

El Falcon fue uno de los aviones que marcó el fin de la Fuerza Aérea como Servicio para constituirse en Arma Independiente, aunado al notable logro de Merino de que la fábrica instalase una factoría en Chile, pero aunque la instalación de la Curtiss eran una formidable base de desarrollo de la industria aeronáutica nacional, además de tener la inigualable oportunidad de ser pieza fundacional de la nueva Institución armada, no pudo sobrevivir a las turbulencias políticas, y con la caída de Carlos Ibañez del Campo el 26 de Julio de 1931 y el injusto reemplazo del Comandante Merino se suspenden las actividades de la fábrica, destinándose las instalaciones a la Maestranza de Aviación.

El curso de los cambios políticos, las sucesivas renuncias de los sucesores constitucionales, obligan a asumir la Presidencia al Ministro del Interior Juan Esteban MONTERO, cuyo Ministro de Hacienda decreta la rebaja de las remuneraciones al sector fiscal. En protesta por la medida, el 1 de Septiembre de 1931, ocurre el tristemente famoso motín de la Escuadra, cuando los suboficiales y tripulantes de los buques toman el mando de la flota.

Cinco días después, el nuevo Comandante de la FAN Adirio JESSEN Ahumada, recibe la orden de atacar la parte de la flota que estaba anclada en Tongoy, para lo cual se envía una formación de aeronaves de combate entre las cuales están los Falcon, estableciendo como base de operaciones el aeródromo El Tuqui de Ovalle, al mando del Jefe de Estado Mayor nominado al efecto, Comandante de Escuadrilla Diego ARACENA Aguilar. En el desarrollo de la misión se ordena que a las 11:35 dos Falcon efectuaran un vuelo de reconocimiento para tener una visión operativa y planificar el ataque, en el evento dispararon contra el Araucano, buque de apoyo que estaba fuera del alcance del sistema defensivo de la Flota, bombardeando, sin dañarlos, dos submarinos que se sumergen. Reunida la información se instruye a los medios aéreos para que a las 17:30 horas se inicie la incursión definitiva contra los amotinados, operando dos Vickers Vixen, un Vickers Wibault, siete Curtiss FALCON (FAN 3, 4, 12, 23, 24, 25 y 26) y dos Junkers R-42. Aplicando la táctica de atacar desde la posición del sol las aeronaves volaron hacia el oeste, virando posteriormente en dirección este para iniciar el ataque. El objetivo principal era el Almirante Latorre, poderoso crucero dotado de una fuerte defensa antiaérea, aunque no lograron alcanzarlo; posteriormente se lanzaron en picada sobre el resto de la flota disparando sus ametralladoras y lanzando pequeñas bombas, alcanzando un submarino, en cuyo evento murió un marinero y otro resultó herido, posteriormente se rendiría a las autoridades en Coquimbo. Por su parte la FAN sólo tuvo la pérdida del Falcon FAN 4, el cual aterrizó en un campo cercano a Coquimbo. El segundo ataque se suspendió dado que los insurgentes se rindieron, culminando de esa forma la primera acción bélica de la naciente institución en la cual volaron Pilotos alumnos de la Escuela de Aviación, de la Escuadrilla de Bombardeo N° 1 e incluso de la Línea Aérea Nacional.

El Falcon constituyó uno de los aviones más modernos y eficaces en su misión de caza y observación, siendo la máxima aspiración de los jóvenes Pilotos de la década de los 30, con sus dos ametralladoras y una capacidad de carga lanzable de hasta 150 kilos lo situaban en la cúspide del poder aéreo nacional, junto al Hawk. Su vida operativa, comparativamente, fue bastante longeva, considerando que el período útil de éstas aeronaves estaba considerado en alrededor de los 10 años y en Chile operaron casi 12. Aunque en 1935 ya comenzaba a acusar los efectos del deterioro, con la deformación de sus alas y que sumado a la crisis de abastecimiento de repuestos, llevó a disminuir su servicio hasta que en 1940 se decreta oficialmente su retiro de las líneas de vuelo, dejando un grato recuerdo y constituyéndose en todo un símbolo de la Creación de la Fuerza Aérea Nacional.

Asignado a casi todas las unidades de vuelo, esencialmente dotó los Grupos de Caza, pero también estuvo en las Escuadrillas de Anfibios como parte del infatigable esfuerzo de Arturo Merino Benítez en su misión de crear la ruta a Magallanes, sentó las bases de la Línea Aeropostal Santiago-Arica, además de estar asignado al Puerto Aéreo de Los Cerrillos.

En otro ámbito sentó las bases de la Industria Aeronáutica, toda vez que el Comandante Merino Benítez, motivado por lograr una relativa independencia en la producción aeronáutica, firma un contrato con The Curtiss Aeroplane Export Corporation, para la construcción del Falcon y con la visión de Merino de poder, además de asegurar el mantenimiento y recuperación de los Curtiss, eventualmente desarrollar la industria aeronáutica en directo beneficio de la naciente institución y de Chile.
Aun cuando el Presidente MONTERO ordenó su cierre debido a la crisis política y económica nacional, la decisión de Merino no fue un mero «canto de cisne» ya que la industria aeronáutica nacional continuó su desarrollo, lento, pero constante, hasta que en 1980, Fernando Matthei Aubel determina que el nuevo entrenador debía ser chileno, esbozando el T-35 y convirtiendo la antigua Ala de Mantenimiento en ENAER.

A los 80 Años de la obra de Arturo Merino Benítez, el Curtiss Falcon emerge como un símbolo de la eficiencia y desarrollo que pueden alcanzar los hombres y sus instituciones, aún en los momentos más difíciles y singularmente se proyecta en el actual Caza de la actual Fuerza Aérea de Chile; del Falcon al Fighting Falcon ...